El pasado día 4 de marzo, el Sr. Consejero Iñigo Nagore nos envió una invitación para asistir a un desayuno con el Ministro de Agricultura, Arias Cañete. El evento se celebró en la Bodega Institucional de La Grajera con unas 100 personas invitadas y numerosos medios de comunicación. La invitación era para 2 personas y asistimos Paco Galarreta (Secretario de la AER) y yo como presidenta, en representación de la Asociación Enólogos de Rioja. Los invitados representaban a los diferentes sectores que engloban la agricultura y el medio ambiente en nuestra comunidad.

La jornada comenzó con una presentación de Pedro Sanz, seguida de un discurso del Ministro. Entre tanto nos repartieron unas tarjetas para escribir una pregunta por persona al Ministro y así después de un rato, Iñigo Nagore se las iría trasmitiendo. Mi pregunta fue la siguiente, la escribo tal y como la plasmé en la tarjeta: SIENDO COMO ES EL VINO UN PRODUCTO ALIMENTARIO, ¿COMO PUEDE SER QUE NO SE EXIJA LA SUPERVISIÓN DE UN TÉCNICO TITULADO PARA CONTROLAR TODO EL PROCESO Y AVALAR EL RESULTADO FINAL?

Sinceramente pensé que existiría una criba y la pregunta, tal vez por lo directa que era y un tanto comprometida, no la pasaría. Para mi grata sorpresa Iñigo le hizo la pregunta al Ministro, tal y como la escribí, aclarándole que era de los enólogos de Rioja. Esto me demostró que nuestro Consejero de Agricultura, además de ser un Político, es un técnico, y eso, afortunadamente, corre a nuestro favor.

La repuesta del Ministro fue breve, dijo que aplicar eso sería una medida muy restrictiva, y que para regular las calidades ya estaban los Consejos Reguladores, que unas regiones hacían más y en otras menos. Esto fue todos señores.

Después de todo lo que allí oí, mi opinión general de la experiencia y ante todo la mía personal, es que realmente les preocupa la venta de vino, porque es un pilar importante, pero quien haga el vino no les interesa demasiado. Tendremos que seguir luchando contra el intrusismo que hay en nuestra profesión y seguiremos haciendo ruido para conseguir algo, el camino se prevé largo, pero hay que andarlo.

 

Adriana Laucirica